Puede ser

No sé si quedan amigos ,
si puedo contar contigo
para hablar de dolor,
si existe alguien que escuche
cuando alzo la voz
y no sentirme solo.

Puede ser que la vida me guíe hasta el sol
puede ser que el mal domine tus horas o
que toda tu risa le gane ese pulso al dolor,
puede ser que el malo sea hoy.

naces y vives solo hoy

Voy haciendo mis planes
voy sabiendo quien soy,
voy buscando mi parte
voy logrando el control,
no van jugando contigo
no van rompiendo tu amor,
pero van dejándote sola.
perdon.

Algo puede mejorar,
algo que pueda encontrar
algo que me de ese aliento
que me ayude a imaginar
y yo lo quiero lograr,
ya no quiero recordar,
y darle tiempo a este momento
que me ayude a superar
que me de tu sentimiento.

Algo puede mejorar,
algo que pueda encontrar
que me ayude a imaginar
Y yo lo quiero lograr
junto a ti.

Plazuela de San Feña (Lo que desconocemos).

En la Plazuela Ubicada en nuestra Ciudad de San Fernando, posee una carga historica y simbolica de nuestra cultura e identidad, un tanto desconocida por los habitantes de la ciudad, asi como olvidada por la historia.
Pocos saben que en ella donde se encuantra la estatua de Manuel Rodriguez a poco de cumplir cien años.
En esta plaza en el año 1816 durante la reconquista epañola, fueron ajusticiados 7 lugareños: Manuel Llanca, Juan Llanca, Juan Moreno, José Villavicencio, José Gálvez, Juan Peñaloza y Tomás Niño.
A pesar de lo anterior, Enrique Neiman señala que, en la década de los cuarenta, un alcalde «entre gallos y medianoche» ordenó retirar la placa que existía al pie del monumento, en la cual se daba cuenta de estos hechos.

Manuel Tapia B., en un artículo de 1961, todavía hace mención a dicho homenaje: «Al pie de la estatua, en una placa recordatoria, los vecinos y autoridades de San Fernando inmortalizaron los nombres de un grupo de patriotas guerrilleros, de los aguerridos huasos de Rodríguez, fusilados por los realistas exactamente en el mismo sitio». Ello da cuenta que, a veinte años del retiro de la placa, aún se le mencionaba como un elemento de importancia. Porque la otra alternativa sería que dicha placa fue reinstalada y, nuevamente, retirada del monumento.

En la actualidad, en el lugar no existe ninguna mención a los asesinados, como si existiese una doble tachadura sobre la historia: por un lado, una historia patria expresada en un relato desprovisto de violencia, de abusos de poder; por el otro, la figura del héroe solitario, desprendido de todo contexto, sin relación alguna con otros. Ambas coordenadas de sentido, en todo caso, son recurrentes en la narración decimonónica sobre Rodríguez.

Es de esperar que, junto con la fiebre ritualística que se avecina ante la inminencia del Bicentenario, y en medio del oceáno de lugares comunes que se advierten en el horizonte, alguien reponga la mención a los nombres de aquellos anónimos que, a su modo, también son «padres de la patria».

Escrito de Erenesto Guajardo
Fuente: http://eneltercermilenio.blogspot.com/2008/08/233-manuel-rodrguez-en-san-fernando-la.html

La historia es patrimonio de todos y todos tenemos derecho a conocer la verdad.

El niño de la Batalla

La pelea mas grande esperada, en el desierto esta por comenzar, las filas y columnas de hombres armados se logran divisar hasta los bordes del horizonte del gran desierto, es una tarde y hace calor, trompetas de cuero de carnero son las que llaman preparando que en cualquier momento comenzara el ataque, aqui estoy yo uno mas, con mi lanza en mi mano derecha y un traje de cuero, como unica defensa, los gritos de las tropas acercandose ensordecen el ambiente, son mas de miles lo que vienen a buscar la muerte y el honor por la libertad de los que no estan presentes, lanzas adelante!!! es el llamado para que estemos atento a la muerte que se avecina para cada uno de mis compañeros, comienza la masacre la defensa, va bien el ataque mejora con cada golpe certero a los enemigos que se avalnzan sobre nuestras cabezas, golpes sangre y muerte empiezan de apoco a reinar en el campo de batalla, entre todos los espacios, logro ver a un niño con una lanza dirigiendose directamente a mi encuentro, la esquivada es lo mejor, una especie de camara lenta es captada por mmis ojos tengo la oportunidad es guerra y por muy niño que sea la muerte en mis manos encontrara, apuntando directo a su pecho esta mi lanza, apretada contra el, pero su mirada de no demostrar miedo y de estar dispuesto a morir por una patria que solo le ha dado unos pocos años de vida, me queda en poco tiempo para tomar una desicion, su mirada esta clara su destino a la muerte, aceptandolo pero no hay miedo en el, eso me desconcierta, no lo esperaba, es la unica muerte segura de la cual no estoy seguro de concretar, la batalla se ha detenido, el ruedo de enemigos y compañeros de armas, estan observando el desenlace, no necesito mirar, solo debo aclarar mis ideas, un respiro en el desierto, una gota de esperanza, retiro mi lanza del pecho del joven, es el hijo del Rey a quien pude matar... Vete! - le digo. Esta batalla la perdiste, vuelve a entrenar y vuelve a vencerme, los compañeros de armas no creen lo que he hecho, deben pensar que soy un traidor, el niño se levanta de esta marejada de polvo, el niño desaparece entre los suyos, me preguntan que he hecho, el era el hijo del rey, pudimos haber ganado la batalla, con calma les respondo hoy peleamos contra un enemigo, hoy hemos derrotado al enemigo, de seguro hoy hemos ganado un amigo, pronto no habra mas razon para seguir derramando sangre en un desierto que el tiempo perdera en la historia, y que nadie sabra de nosotros, pero hoy sabemos, que la paz ha llegado a nuestras vidas...
Sin ordenes de nadie los pueblos nos retiramos, cada uno a ayudar a sus heridos.